Su nombre es Esther Okeda y es británica-nigeriana. Tiene tan solo 10 años y ya fue admitida en la universidad.
A los tres años ya mostraba signos de gran inteligencia, su madre se dio cuenta de la habilidad que la pequeña tenía con los números y decidió inscribirla en una escuela, pero al poco tiempo sus padres decidieron que fuera educada en casa.
Su madre recuerda la decisión de la niña: “Un día regresábamos a casa, cuando ella se puso a llorar y dijo que no quería volver a esa escuela».
La pequeña Esther logró ingresar en la Open University, una universidad en la que estudia a distancia. Siempre obtiene muy buenas notas siendo una de las mejores de su clase y sorprende a todos con su nivel académico.
Sus proyectos son conseguir un doctorado en matemáticas financieras a los 13 años para a los 15 poder crear su propio banco.
Denominada por la revista «Time » como «un prodigio matemático», Esther no deja de ser una niña de 10 años a la que le encanta la película «Frozen » y jugar con muñecas.