Uruguay: después de la bancarización vienen los secuestros

Por Anailen Nassif – La bancarización comenzó tímidamente en Uruguay y se va extendiendo al punto de recibir los sueldos mediante cajero automático, el pago de combustibles con tarjeta en horas nocturnas y la discusión larga y tediosa sobre el pago de los servicios públicos de transporte sin la utilización de dinero en efectivo.

La bancarización encierra dos cuestiones. La primera: conocer la “Big Data” financiera de todos los ciudadanos, desde el más modesto hasta el que mueve millones. La segunda: como consecuencia el dinero en papel deja de circular y se convierte en un depósito obligado en las arcas nacionales. Aquí los números empiezan a correr peligro. El billete se convierte en un asiento contable que genera intereses o recargos pero nunca está en la billetera.

Sin embargo, cuando observamos la dinámica social y económica de otros países que ya cuentan con una bancarización “madura” o en proceso de serlo, nos vemos ante un fenómeno que no es contemplado como consecuencia de la quita del dinero en efectivo de la calle: los secuestros. Si antes, en un arrebato, una cartera “rendía” unos pesos, ahora sólo arroja plásticos intransferibles.

Entonces: ¿qué hacer? Pensemos como abogados del diablo. Las personas se convierten en “cosas” y si para tener dinero el mundo negocia cosas, los “chorros” bien pueden negociar “personas”. Te subo a un auto, te paseo por dos horas, te llevo a todos los cajeros de la ciudad, llamo con tu celular a tu familia, se asustan, dejan una bolsa con billetes de verdad y te largo. Listo. Negocio cerrado.

Bancarización y secuestros: parecen no tener relación. Ojalá que no pero, la bancarización puede llegar a cambiar la forma de delinquir. Convendría que los Ministerios (Economía y del Interior) pusieran un ojo en el tema. Después no digan que no lo sabían. (NOTI 30 – uruguay30.com)