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Elecciones: Mirando el futuro. «…si poder hacer lo que se me antoja y decir lo que se me cante, pareciera ser mejor calidad de vida; no la quiero…»

Nota de Opinión
Por Alex Hernández

Este 26 de octubre culminará otro largo proceso de 5 años de campaña política -entre acomodos, alguna ley que se promulga para satisfacer a algunos, y asados con amigos-; tal cual lo hemos vivido todos desde niños -siempre habrá gente que querrá ignorarlo- que se acentúa en los dos últimos años, y se profundiza ni hablar después de la internas.

Pero no  deja de ser muy cierto aquello de que en el Uruguay, todo el año es Carnaval. Y estamos sobre el final, del Carnaval electoral; -con prórroga según los datos de un mes más- dónde muchos señores de saco y corbata, no todos; pero en su gran mayoría, prometen y prometen y prometen …pero de cumplimiento muy poco; y de solucionar los temas de fondo, ni ahí.

SIGLO XX CAMBALACHE, decía Discépolo; ¿y el XXI qué?… Todavía se habla de POLITICAS DE ESTADO sobre algunos temas; ¿recién ahora?…; porque no hablamos de una política «SIN FUEROS», de verdad, sin promesas de cargos, sin alianzas «tras bambalinas» -ignoradas por la gente- UNA POLITICA desde el corazón, que es de dónde provienen las ideas, que no tienen Partido Político.

Es difícil, cuando hay tantos intereses en juego, muy difícil. Por eso es difícil creer que hablen desde el AMOR, el amor por el hermano uruguayo, el conciudadano, el compañero de laburo -porque hasta los SINDICATOS están llenos de intereses- y el obrero (somos bien obrero ), pasó -siempre fue-, hoy con más necesidad, a ser un instrumento clave, políticamente. Es difícil creer, en este «te doy, pero y vos que me das»; pero es así, es EL SISTEMA.

Este domingo tú vas a poner tu voto. Tal vez o no, quieras cambiar de nombre en el escalón más alto del podio; pero la carrera seguirá siendo la misma; los organizadores parecidos, y el premio para «JUAN PUEBLO «; NO VA A VARIAR DEMASIADO.

Cuando el AMOR DE DIOS comience a «tallar» y obrar en los corazones, sin resentimientos, sin rencores, ni odios, sin «la avaricia» loca de llegar al PODER, y con el único cometido de DAR SIN ESPERAR RECIBIR, creyendo que la recompensa viene de arriba;  y no del hombre; allí podremos ver más allá de los colores que gobiernen; países, pueblos en armonía. DIOS PONGA SU MANO SOBRE URUGUAY ESTE DOMINGO.