MUNDO – Kelley Mckissack, de 28 años, y su esposo Aaron, de 33, llevaban tres años intentando concebir un hijo sin éxito.
Habían intentado varios tratamientos de fertilidad pero tuvieron tres abortos.
Entonces, Tracy, la madre de ella, se ofreció como madre gestante.
Así es que la pareja decidió que la abuela materna llevara en su vientre a su propia nieta durante los 9 meses.
Tracy recibió los embriones que sobraron en el último tratamiento de fertilización realizado por los padres y debido a su edad, la madre-abuela tuvo que pasar por varios tratamientos especiales para poder llevar adelante el embarazo.
Todo funcionó y la pequeña nació el miércoles 6 de enero, en el estado de Texas.
La nombraron Kelcey, nombre producto de la combinación de Kelley y Tracy, nombres de su madre y abuela.
La bebé nació por cesárea, pesó 3.300 kilos y tiene buena salud.