Colonia Noticias Noticias del Departamento de Colonia
Las dudas y las sombras se siguen proyectando sobre el interminable proceso de dragado del Canal Martín García.
Implacables. Inextinguibles.
Nada hay claro, nada hay transparente, nada se cumple a término.
Hace alrededor de quince días una de las dos dragas que se ocupa de mantener el dragado del Puerto de Montevideo, la D-7, fue trasladada hasta el puerto de Colonia anunciándose que desde allí se trasladaría hasta el canal, donde comenzaría a trabajar temporalmente.
No obstante, pocos días después, la draga retornó a la terminal montevideana, donde permanece al momento de escribir estas líneas.
En tanto, la semana pasada, los gobiernos de Uruguay y Argentina ratificaron en una reunión mantenida en nuestro departamento que se harán cargo en forma conjunta del mantenimiento del dragado del Canal, luego que las cancillerías de ambos países acordaran no renovar el contrato con la empresa Riovía .S.A., una firma uruguaya creada en 1996, con sede en Colonia del Sacramento, y subsidiaria de la empresa holandesa Boskalis International B.V., que fuera vetada por Argentina en la licitación para continuar los trabajos por una recordada presunción de coima que los lectores recordarán.
Por su parte, dicha firma -cuyo contrato caducó el pasado 19 de enero- dio inicio al paulatino desmantelamiento de sus servicios (entre ellos la manutención del calado del canal en 32 pies (9,75 metros), la administración de los peajes, y el cuidado del collar de las 122 boyas a lo largo de 100 kilómetros), a pesar de que, según se explicó, la empresa hasta ahora concesionaria del servicio debería permanecer en tareas de mantenimiento al menos durante algunos días más.
Logrado un acuerdo entre los estados rioplatenses, hasta tanto se concrete la creación de un organismo técnico binacional las tareas de dragado, balizamiento y mantenimiento del Canal Martín García que hasta ahora llevaba a cargo dicha empresa son ejecutadas, desde el 20 de enero y durante el término de doce meses, por la Armada Nacional, que actúa como coordinador operativo de dichas tareas entre el Servicio de Balizamiento de la Armada, de la Administración Nacional de Puertos (ANP) y de la Dirección Nacional de Hidrografía (DNH), dependientes de los Ministerios de Defensa Nacional, la primera, y de Transporte y Obras Públicas (MTOP), las dos restantes.
Mientras tanto, desde el 20, las funciones de administración, recaudación de peaje y control de tráfico que hasta ahora cumplía la empresa concesionaria, son ejercidas por la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP).
Se ha establecido que el 10 de cada mes, como plazo máximo, la Armada deberá elevar un informe de situación detallando las tareas realizadas por los integrantes del mencionado grupo de trabajo, los recursos empleados y el tráfico por el canal, al tiempo que la Sub Prefectura de Carmelo deberá entregar, con la misma fecha límite, el listado de incidentes que se hubieran registrado en dicha vía navegable.
Días pasados el presidente de la ANP, Alberto Díaz, insistió frente a los medios de prensa acerca del beneficio que el dragado del canal significará para ambos países, y alertó que ahora los dos gobiernos deberían garantizar la calidad en las obras para mantener las condiciones de seguridad previstas en el Reglamento de Uso y Navegación que garantizaba la empresa Riovía S.A.
Estamos de acuerdo con él. Sin embargo, las acciones implementadas nos hacen sospechar que la finalización de este proceso aún demandará meses o, peor aún, años.
En este tema quisiéramos ser naturalmente optimistas y, más aún, nos conformaríamos con ser racionalmente entusiastas.
Pero este largo proceso, ligado enteramente a decisiones políticas y no logísticas, nos hace dudar con cada paso que se da.
