El magistrado Yogesh Khanna leyó su veredicto en una sala especial del tribunal del sur de la capital india en el que desde principios de año se ha instruido el caso y a la que solo accedió un «pool» o grupo reducido de periodistas.
Khanna justificó la máxima condena en virtud de que la violación mortal se enmarca en la categoría de «caso extraordinario entre los extraordinarios», la cual se adjudica en el gigante asiático a crímenes de especial virulencia y alevosía.
«Este caso es sin lugar a dudas extraordinario entre los extraordinarios y exige un ejemplar castigo con la muerte. En estos tiempos en los que el crimen contra las mujeres están en aumento, los tribunales no pueden cerrar los ojos», adujo Khanna.
El magistrado agregó que la violación «conmocionó la conciencia colectiva» de la India. (EFE)