Según informa The Independent, el joven le disparó en la cabeza con un rifle de asalto frente a una multitud.
El yihadista Ali Saqr al-Qasem de 20 años ejecutó públicamente a su propia madre en Raqa tras acusarla de «apostasía».
Este crimen implica dejar la religión pero en la práctica el Estado Islámico utiliza esa figura como justificación para asesinar a cualquiera que esté en contra del grupo terrorista.
El caso sorprende por su crueldad incluso para los estándares del Estado Islámico.
La acusación concreta contra Lena al-Qasem fue «incitar a su hijo a salir del Estado Islámico y escapar juntos fuera de Raqa», detalla el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Ali Saqr al-Qasem había denunciado la situación ante las autoridades del Estado Islámico quienes le ordenaron matara a su madre con sus propias manos.