Unidad Popular: «un grano» ubicado a la izquierda que incomoda

Eduardo Rubio, el diputado de Unidad Popular, es el único representante de la izquierda radical en el Parlamento; hace algún paréntesis de vez en cuando para charlar y escuchar a algunos de sus ex-compañeros del FA, quienes le susurran muchas veces que están de acuerdo con varias de sus propuestas, aunque a la hora de levantar la mano o sumarse, marchan «mutis por el foro» con el escudo bien puesto del «voto partidario».

Le ha pasado con el envío de tropas a Haití, con los beneficios fiscales que Uruguay ofrece a los inversores extranjeros y respecto a la carga impositiva que enfrentan las grandes empresas, por ejemplo, según cuenta Rubio a El Observador.

Asamblea Popular, un partido que recoge muchas de las propuestas que históricamente defendió el Frente Amplio, incomoda al oficialismo recordándole permanentemente que el poder le hizo guardar en el ropero algunas de sus banderas más emblemáticas. Este año, el partido va a la carga con un área que el Frente Amplio parece haber dejado fuera de sus prioridades: la vivienda.

El diputado Rubio dijo que la comisión del ramo de la Cámara Baja discutirá un proyecto de ley presentado por Asamblea Popular que propone que el Estado asuma un rol protagónico para afrontar el déficit habitacional de alrededor de 80 mil viviendas, de acuerdo a los números de Rubio. Concretamente, la iniciativa plantea que el Estado destine el 1% del PBI (unos US$ 500 millones) para generar un «shock de viviendas de calidad».

«Los trabajadores no pueden pagar una cuota de $ 21 mil por un apartamento de un dormitorio», dijo Rubio a El Observador y aseguró que, además de respaldo social, la propuesta tiene el visto bueno de algunos parlamentarios. «He encontrado respaldo a este proyecto en legisladores de todos los partidos, incluyendo el partido de gobierno», dijo al mencionado medio capitalino.

Hasta el momento, a este partido chico la ha resultado muy difícil lograr que sus propuestas sean consideradas.

Asamblea Popular presentó trece proyectos de ley en los dos años que lleva con representación parlamentaria. Ninguno de ellos llegó a ser tratado, ni siquiera en las comisiones respectivas.

Las iniciativas responden a la agenda histórica de la izquierda, aunque recogen aplausos solo en su barra y resulta muy difícil que logren ser aprobadas. Proponen la limitación de la extranjerización de la tierra, la recuperación de AFE y la fijación del 27 de junio como el día de la huelga general en defensa de la democracia, entre otras; según informa El Observador.