El camino de la oposición

OPINIÓN – El modelo que el Frente Amplio le presentó a la ciudadanía hace casi 12 años se agotó.

Las diferencias existentes dentro del propio partido de gobierno no dejan avanzar al país que se encuentra estancado en varias áreas.

Las más notorias son la educación, la seguridad pública y la inserción internacional.

La economía también se estancó a partir del déficit fiscal y estructural, la baja en el crecimiento y la mala gestión en las empresas públicas.

Bastó con que cesara el viento externo favorable para que la situación económica se complicara.

Ni siquiera fue necesario que el viento soplara en contra, sino que bastó con que cesara.

Es que durante los últimos doce años, y en especial en los últimos cinco, los gobiernos del Frente Amplio cargaron innecesariamente nuestra economía y ésta, al igual que un barco que lleva lastre demás, necesita mucho viento externo para funcionar.

Noventa mil funcionarios públicos más, cientos de millones de dólares de pérdidas en empresas públicas como ANCAP, más pérdidas en PLUNA y el FONDES llevaron al actual déficit del 3,5%.

Ello motivó el aumento de impuestos que se verificó en la última Rendición de Cuentas, y cuyo efecto sobre el consumo y la economía se sentirá a partir de enero del año próximo.

Lo peor es que el gobierno y el partido de gobierno agotaron su propuesta.

Ante la necesidad de una nueva inserción internacional el canciller propone, pero su partido no le permite avanzar.

Ante la necesidad de realizar cambios profundos en la educación, quienes lo proponían fueron excluidos del Ministerio de Educación.

Ante la necesidad de realizar cambios en la seguridad, se mantiene a quienes hace ya siete años llevan adelante la misma política.

Ante la necesidad de bajar el déficit fiscal, el camino es aumentar impuestos.

Ante ello desde la oposición debemos presentar una propuesta alternativa, clara y cumplible por aquel a quien le toque gobernar.

Alternativa y clara quiere decir que dicha propuesta debe ser distinta a la actual, pero sobre todo de visible cumplimiento para la ciudadanía.

Resulta obvio que los partidos de oposición tenemos visiones distintas sobre muchos temas.No se puede exigir que todos tengamos las mismas propuestas ni la misma visión.Como tampoco la tienen todos los sectores que integran el Frente Amplio.

Nuestra propuesta es distinta de la del Partido Nacional y de la del Partido Independiente en muchos aspectos.Pero al igual que la de estos partidos debe ser visualizada por la ciudadanía como de posible cumplimiento.

¿Cómo se logra esto?

En primer lugar aceptando que existen diferencias pero también buscando las coincidencias.

Éstas se han dado en el Parlamento en los últimos tiempos alrededor de algunos temas: la educación (donde también ciudadanos del Frente Amplio han coincidido con la oposición), la lucha contra la corrupción (en especial cuando encaramos la investigación y denuncia de lo sucedido en ANCAP), la seguridad pública (en especial en la necesidad de realizar cambios en la cúpula ministerial) y en las nuevas leyes impositivas (todos nos hemos opuesto a seguir aumentando impuestos y propuesto que, previamente a ello, se bajen gastos no prioritarios).

Pero con eso no alcanza.

De ahí la necesidad de exhibir, desde ahora, la capacidad de gobernar. Eso quiere decir que de ganar cualquiera de los partidos de oposición en la próxima elección somos capaces de llegar a acuerdos que permitan no sólo la gobernabilidad sino, sobre todo, el avance en las áreas en que el país se encuentra estancado.

Que somos capaces de ceder un poco en nuestras posiciones iniciales para permitir esa gobernabilidad y poner por encima del interés particular o partidario el interés general y prioritario de la nación.

Entiendo que la madurez que hemos logrado en nuestro relacionamiento entre quienes estamos en la oposición hoy permite ser optimistas. Esto no quiere decir pensar todos igual ni tener las mismas propuestas o fusionarnos. No. Significa tener la capacidad de articular medidas para gobernar mejor de lo que lo hace hoy el Frente Amplio con todos sus problemas internos.

Nuestra propuesta pasa fundamentalmente por quitarle las pesas que no permiten a la economía crecer. Achicar regulaciones, bajar gastos innecesarios e inútiles en el Estado y mejorar la gestión.

Pasa por realizar cambios profundos en la educación. Aquellos que se iniciaron en el año 1996 y se pararon en el 2005.

Esa siempre fue la mejor política social.

Política social que tenemos que volver a centrar en ayudar a los que están en mala situación a través de darles las capacidades para salir definitivamente de ella.

Tener una agresiva política de inserción internacional más allá del MERCOSUR y, además, un relacionamiento distinto con los países del MERCOSUR.

Nuestra propuesta pasa por terminar con la inseguridad pública en que hoy vivimos, retomando el ejercicio de la autoridad del que hoy se deserta a cada rato por parte del Ministerio del Interior.

Eso es posible si coordinamos y acordamos dentro de la oposición desde ahora.

No si nos fusionamos, puesto que no se puede fusionar lo que es distinto.

Acordar, coordinar y sobre todo tener la madurez que la hora requiere en el relacionamiento es el camino que permitirá cambiar el Uruguay.

Es lo que permitirá que el país avance veinte años en los próximos cinco.

Por Pedro Bordaberry

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