Amigos son los amigos, tal cual, Fariña – Acosta

La semana pasada el programa En la mira de VTV, a partir del tramo de una cámara oculta que le proporcionó la producción del periodista Jorge Lanata, reveló que Leonardo Fariña, presunto integrante de una red de lavado de dinero, afirmó que habían comprado 24 hectáreas de campo en la zona de José Ignacio. El programa se contactó con el operador inmobiliario que había vendido ese campo, Alejandro Perazzo, quien confirmó que se había pagado US$ 14 millones, pero dijo no recordar otros datos de la transacción ni el nombre de quien lo había comprado, aunque la ley obliga a las inmobiliarias a saber datos precisos y rigurosos de quienes participan en este tipo de transacción.

Inmobiliarias de la zona indicaron que si se tratara de un campo de 24 hectáreas (como Fariña lo afirmaba en la cámara oculta que le hizo Lanata) el precio debió ser de unos US$ 4 millones.

Ambos datos ponían en duda que un negocio de esas características (un campo vendido a más precio que el que vale) encuadrara en una de las tradicionales maniobras de lavado de dinero.

Carlos Díaz, director de la Secretaría Antilavado, que estaba como invitado en VTV, anunció que con el video del programa presentaría una denuncia penal.

Pero Perazzo se presentó ante la Justicia acompañado por el abogado Jorge Barrera y presentó documentación que demuestra que el campo vendido en esa transacción consta de dos padrones que totalizan 152 hectáreas con lo cual la cifra de US$ 14 millones se ajustaba más.

Juan Bistiancic, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Maldonado, dijo a El Observador que esos predios, que son dos padrones con costa marítima de varios kilómetros, se pagaron con “una letra de cambio” y confirmó que el negocio fue por US$ 14 millones.

El escribano de la parte vendedora fue Adolfo Pittaluga Shaw, en representación de Walter Cobilansky, conocido en la zona por ser propietario también de Lomas de San Vicente ubicado entre Manantiales y José Ignacio.

La aclaración de Perazzo hizo pensar en un principio que el negocio podía no tener que ver con esta red de lavado denunciada en Buenos Aires cuyos presuntos líderes eran el expresidente argentino, el extinto Néstor Kirchner, y el empresario santacruceño Lázaro Báez y de la cual Fariña era su “valijero”.

Sin embargo, un dato que Perazzo aportó a la Justicia hizo renacer las sospechas de que el dinero utilizado para comprar el campo -más allá de que la transacción haya sido por un precio justo (algo que también ocurre en maniobras de lavado)- pudo provenir de esta presunta organización integrada por Fariña: quien figura como comprador del campo es Alejandro Maximiliano Acosta, oriundo de Entre Ríos.

Basta poner el nombre de Maximiliano Acosta en el buscador Google para confirmar que es  un prestador de servicios financieros, conocido como hombre de la noche y quien presentó a Fariña con la modelo Karina Jelinek. Incluso, fue padrino de su casamiento. Los medios argentinos publican la foto que El Observador reproduce en la que se ve a Acosta el día del casamiento de Fariña del cual fue testigo.

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