Justicia: Diaz ¿es el dueño de la pelota?

TEMAS QUE PREOCUPAN AL FISCAL DE CORTE Y OTROS QUE PARECEN ESCAPAR DE SUS MANOS – El Fiscal de Corte Jorge Díaz se comunicó con el presidente de la Suprema Corte de Justicia a raíz de los graves cuestionamientos contra el Sistema Judicial realizados por Guido Manini Ríos.

El ex comandante del Ejército acusó al Poder Judicial de “fraguar e inventadas” pruebas para procesar y condenar a ex militares por crímenes cometidos durante la dictadura (1973-1984).

A su vez, Díaz solicitó el informe de los Tribunales militares de Honor elevado a la Presidencia de la República -y donde constan las críticas de Manini Ríos- para analizar si el General incurrió en algún tipo de delito.

Lo que dijo Manini Ríos “es muy preocupante”, advirtió Jorge Díaz, a través de diferentes medios. “Veremos cuáles son los caminos a seguir”, dijo el Fiscal General de la Nación, quien destacó que en los casos cuestionados por el ex comandante fueron analizados por varios jueces de primera y segunda instancia y hasta la Suprema Corte. En otro orden el Fiscal General de la Nación consideró “absolutamente infeliz” la condena impuesta a un hombre por un delito de receptación que consiste en cocinar 100 torta fritas y donarlas a una institución pública o privada. Díaz dijo este jueves en el programa Arriba Gente de canal 10 que pidió los antecedentes del caso a la fiscal del caso porque entiende que la pena de hacer tortafritas no fue la adecuada. Cabe acotar que «hay casos que no se necesita ser fiscal -abogado o juez- menos Fiscal General de la Nación para saber que hay valores inmutables y actos que ameritan determinadas sanciones».

“Fue una solución absolutamente infeliz”, aseguró el Fiscal y pidió aplicar soluciones “más razonables”.

Otro caso que dará y tiene «mucha tela para cortar» es el de las juezas de Artigas, sobre las cuales se tomó una medida casi inmediata de separarlas del cargo y retenerles haberes; tras el sonado caso de enorme magnitud mediática y repercusión pública por el asesinato de la policía Rosana Batista, dónde habrá que determinar fehacientemente desde cuando, cómo y dónde se sucedieron determinadas fallas que pudieron -o no, nunca se sabe- evitar el desenlace conocido.

Aquí sólo un muestreo de sucesos que abarcan y pueden o no tocar lo institucional, social, familiar, el quehacer diario de una sociedad; que mira atenta determinados movimientos que sin dudas son de suma trascendencia para la preservación de la sana convivencia. Muchas puntas, muchos «cabos»; demasiadas «idas y venidas»; para AJUSTAR UNA JUSTICIA», que por momentos -porque no pensar- según con el «cristal con que se la mire; parece ser, no tan Justa o tan Independiente como debería ser.